Hablamos con Juan Carlos Sánchez, programador de la antigua Mar Entertainment, sobre los orígenes del desarrollo del juego y sobre la edición física realizada que está ya disponible en la web de Matranet.
S.T.A.R. ha publicado recientemente en la web de Matranet una edición física de la adaptación para Amstrad CPC del juego para recreativas Buccaneers (Bucaneros).
Se trata de una edición revisada y finalizada a partir de unos diskettes de desarrollo que el propio programador del juego, Juan Carlos Sánchez, localizó y recuperó tras estar guardados durante casi treinta años y que fue presentado en la edición de 2019 del evento Amstrad Eterno.
Con el diseño de Buccaneers, Duintronic trataba de hacerse un hueco en el complicado mercado de los videojuegos para máquinas recreativas.
Personalmente recuerdo cuando en la revista Micromanía se hacía eco del lanzamiento de la recreativa, y luego empezó a aparecer un anuncio de una nueva empresa llamada GLL donde, entre otros juegos, aparecía el próximo lanzamiento de la conversión para ordenadores.
Siempre me quedé con la incógnita de saber qué ocurrió con esas conversiones, por lo que al conocer esta noticia me puse en contacto con Juan Carlos a través de S.T.A.R. para conocer de primera mano la historia de los orígenes del juego y sobre las novedades que presenta la edición que estará disponible en Matranet.
Los orígenes
Para la adaptación de Bucaneros, GLL contó con un grupo de desarrollo externo llamado Mar Entertainment.
“En 1989 estábamos tratando de montar una empresa de videojuegos para Spectrum, Amstrad, etc”, comenta Juan Carlos. “En la empresa de programación éramos dos chavales de 18 años, y un hombre mayor que se encargaba de financiarlo del cual no recuerdo el nombre. También estaba Carlos Martín, que era lo que vendría a ser un “emprendedor” de hoy en día y que no paraba de tener ideas para hacer cosas. Adicionalmente en el local en Barcelona se vendían ordenadores clónicos. Y a nosotros “nos escondían” en el sótano bajo tierra 🙂 ”
Juan Carlos Sánchez se encargaba de la programación y mientras que Manolo Matamoros era el grafista de los juegos. Juan Carlos también nos revela la anécdota de dónde surgió el nombre de la empresa:
“El nombre de Mar Entertainment venía de la mujer del dueño, María del Mar”.
Cuando llegaron los señores de Duintronic, que acababa de lanzar el juego al mercado, para proponer realizar la conversión de Buccaneers, Juan Carlos y Manolo Matamoros estaban por entonces desarrollando Bloody Paws, juego del que por cierto sería para dedicar un capítulo aparte. Resumido aquí, la propia anécdota que tuvo Juan Carlos cuando descubrió por casualidad mientras paseaba por el Mercado de Sant Antoni de Barcelona, que el juego fue finalmente publicado por GLL sin su conocimiento.
Para poder realizar la adaptación de Buccaneers, desde Duintronic facilitaron una placa del juego junto con un monitor y un joystick. Incluyeron todo lo necesario para hacerlo funcionar pero sin estar instalado en un mueble de recreativa. Juan Carlos recuerda el respeto que daba el monitor “a pelo” sin carcasa, pero también que tenían posibilidad de “congelar” el juego y así examinar los gráficos.
Desarrollaron en un PC con sistema PDS. Disponían de disco duro de 40mb, y usaban el puerto RS32 para la conexión al Spectrum, Amstrad CPC y MSX y así testear los juegos.
Pero las relaciones con GLL no eran las más deseables. “Pedían en ocasiones copias del avance del juego”, lamenta Juan Carlos, que además no veían ninguna compensación económica, por lo que la situación llegaba a un callejón sin salida. Finalmente Manolo y Juan Carlos decidieron parar el proyecto y abandonar el desarrollo de videojuegos para dedicarse a seguir con los estudios que estaban realizando.
Revival
Casi treinta años después, el juego vuelve a la vida tras recuperar los discos de desarrollo originales. Hay que comentar que Juan Carlos se ha llevado medio año para arreglar y finalizar el juego.
“No recordaba en absoluto que hubiera desarrollado la versión de Amstrad, y sin embargo todavía recordaba instrucciones en ensamblador z80!”, confiesa Juan Carlos a la hora de retomar el desarrollo del juego.
Para completar los gráficos, por suerte localizó entre los discos imágenes de los frames de los gráficos de los personajes para la versión de PC, y a partir de estos se adaptaron al modo gráfico del CPC con la paleta limitada a cuatro colores.
Hay que recalcar que como el juego no estaba finalizado, Juan Carlos se ha encargado de completarlo y de añadirle mejoras al mismo. Algunos de estos detalles son:
- Los marcadores se han modificado, los primeros eran más similares a la recreativa pero se han corregido para adaptarlos mejor a la versión del CPC.
- Se han añadido elementos del escenario que aparecen en un plano por delante del personaje, para simular más el estilo visual de la recreativa.
- La versión de desarrollo no tenía música. Se ha contactado con McKlain, todo un especialista, para añadir una espectacular banda sonora al juego.
- Se han añadido elementos que no existen en la máquina original. El arcade de Bucaneros es algo rutinario en cuanto a que siempre son enemigos que se acercan al protagonista hasta alcanzar el enemigo final.
- En esta nueva versión nos encontraremos con otro tipo de elementos. Como por ejemplo en la primera fase, que de repente para el scroll y se empiezan a lanzar bombas al jugador, o en la segunda fase que hay una parte donde tendremos que sortear ratas que tratan de morder al protagonista.
- Aparecen nuevos ítems como un “power-ups” para recuperar energía y un reloj que proporciona tiempo.
- El arcade original tenía cuatro fases. Aquí tendremos 2 vueltas con un total de 8 fases separadas en dos islas. Se repiten los escenarios pero con un mapeado diferente. Nos encontraremos por ejemplo dos barcos en la primera fase de la segunda isla. Cambia también la paleta de colores, simulando el atardecer, para diferenciarlo de la primera isla.
- La portada también está completamente renovada. Se descarta la ilustración original de GLL y se contactó con Manolo Matamoros, grafista original de la adaptación original, para diseñar una espectacular portada que esta vez sí hace justicia al juego.
Se nota la dedicación que han tenido tanto para completar el juego como para la edición “de lujo” que ha preparado S.T.A.R, todo un especialista en dar un toque profesional y en apoyar el desarrollo de nuevos proyectos para nuestras viejas máquinas.
En total han sido muchas horas de dedicación para completar el proyecto.
“Queríamos también hacer un homenaje al juego de Duintronic”
Juan Carlos confiesa el buen trato que recibieron. “Desde Duintronic nos hicieron un adelanto sin tener el juego completado para tratar de terminarlo”, comenta, e incluso sin ser personal de la empresa catalana les dejaron dos cestas de navidad, que fueron detalles que contrarrestaron con las relaciones que tuvieron con GLL, que según relata Juan Carlos fueron «casi inexistentes y en la distancia».
“Creo que además el juego ha sido injustamente tratado, los juegos en recreativas muchas veces eran similares, y hemos tratado de dar a Bucaneros este humilde homenaje y reconocimiento”, concluye Juan Carlos.
Bocetos y diseños para la conversión de Buccaneers
Culminar un proyecto que quedó en el olvido tras treinta años. Juan Carlos Sánchez ha querido compartir con nosotros este pequeño viaje en el tiempo facilitando algunos diseños utilizados para desarrollar la primera versión de las conversiones del juego Buccaneers para ordenadores personales. Además de las capturas de PC mostradas antes, incluimos aquí algunos bocetos para definir los fotogramas para la animación de los personajes, diseño de sprites y bocetos para la portada del juego.
Tres décadas después, tenemos la oportunidad de conocer cómo fue la primera adaptación de una recreativa española a nuestras limitadas y queridas máquinas de 8 bits.
La cuidada edición está disponible para Amstrad CPC en versión diskette, en la web de Matranet, incluyendo una demo del juego para probarlo tranquilamente en un emulador:
http://www.matranet.net/boutique/cpc/buccaneers/buccaneers.php
- Agradecemos a S.T.A.R. por el soporte y a Juan Carlos Sánchez por su tiempo y por compartir sus experiencias con nosotros.