El Trueno Azul (Blue Thunder, 1983) se unía a esa tanda de películas y series donde el protagonista pilotaba alguna máquina ultratecnológica y millonaria, pero esta película iba más allá de las blandengues series televisivas.
Porque cacharros como Kitt molaban, pero que un piloto usara una máquina de 5 millones de dólares para espiar a compañeros de curro, filmar tetas con la cámara de vídeo y hacer el cafre provocando destrozos por la ciudad de L.A. se salía de madre. La película tenía el tipo de tono que conseguía que tus padres te dijeran eso de «esta peli es para adultos niño!», que nosotros en realidad traducíamos a «esta peli es de las buenas» como si un sello de calidad se tratase. Aquí además el protagonista tenía que ser tan hijoputa como los malos para poder sobrevivir.
El Trueno Azul es puro entretenimiento con escenas de acción cómicas pero mejor rodadas que muchas de las películas actuales, y acompañado, como no, de una banda sonora con sintetizadores, de las que u odias o te ponen palote. En cuanto a la serie de TV olvídate, que eliminaban toda la gracia del original, no merece la pena ni aunque saliese Bubba Smith.
Y tras la sesión de cine retro, tal vez acabe echándome una partidita al Thunder Blade de Sega.
Clasificación: Recomendada
¡Peliculón! No lo veo desde que era niño en los 80, pero me acuerdo como si la hubiera visto ayer.